Según
Nájera (2000), una caracterización es un:
Proceso físico y mental realizado para captar una realidad presente. Debido a la heterogeneidad de las relaciones que lo constituyen como segmento de la realidad, supone un todo complejo, complejidad producida por las diferencias de estructura y sus parámetros específicos, tales como las escalas y ritmos temporales y las distribuciones en el espacio de cada componente (p. 14).
De esta concepción se infiere que toda caracterización sea una representación
descriptiva de rasgos o aspectos de la realidad, los cuales están asociados a
ciertos parámetros, cualidades o atributos de objetos, individuos o entidades
que los identifican. De allí que las caracterizaciones estén relacionadas no
solo con los aspectos físicos, sino también están asociadas a aspectos sociales
y sicológicos que exteriorizan un comportamiento.
Desde el
punto de vista agroforestal, La Cruz y Linares (2008, p. 3), plantean que la
caracterización consiste en la “…descripción y análisis de los aspectos
naturales y sociales relevantes de un área, con el propósito de identificar los
sistemas de producción existentes y reconocer los problemas más importantes”.
De esta manera, se plantea que en una caracterización están presentes los
puntos de vistas del analista con respecto a aquello sobre lo que expone, es
decir, opiniones o perspectivas de tales aspectos.
El
propósito de la caracterización, según La Cruz y Linares, “…es entender la
situación existente”, puesto que por medio de la caracterización se “…determina
a un organismo, objeto o fenómeno por sus atributos o cualidades más
peculiares” (Palencia, 1993, p. 26). Bajo esta línea de ideas, Abadie y Berretta (2001, p. 2), expresan
que la finalidad de toda caracterización es la “…identificación de las
accesiones…” que luego son evaluadas para obtener una radiografía que muestre
la situación o estado actual de un organismo, objeto o fenómeno. En este
sentido, el fin último de esa evaluación es “…conocer el valor agronómico de
tales atributos o cualidades”. De lo cual se deriva, que los procesos asociados
a la caracterización y evaluación sean actividades esencialmente
prácticas.
La intensión de las caracterizaciones, según Palencia (1993, p. 27) es la “…descripción de cualidades inherentes
y a su análisis en función de las particularidades del medio ambiente en que se
desempeñan”, “…implica la especificación de los atributos estructurales y
funcionales…”, así como las propiedades, rasgos o aspectos que constituyen o
identifican un entorno agronómico en el cual se ejecuta la planificación
correspondiente, que implica el desarrollo de labores agronómicas, aplicación
de técnicas y utilización de tecnologías productivas.
Según Ospina (2004, p. 1) las caracterizaciones de las labores
agronómicas “…son pieza clave y fundamental para la planificación, evaluación y
valoración de las Unidades de Producción”. De igual manera son de interés para
el mejoramiento de la productividad así como también proporcionan información
importante para los entes del Estado que les concierne el uso y manejo de las
tierras, recursos naturales y forestales, industria y comercialización de
productos alimenticios, capacitación técnica en áreas determinadas y
otorgamiento de créditos.
Palencia
(1993, p. 28) indica que mediante la caracterización se busca “…conocer al
detalle la naturaleza de los problemas que afectan a una [Unidad de Producción]
y determinar la mejor forma de resolverlo”. Para Montagnini
(1992, p. 622) el análisis de esos datos permite “…determinar si el uso de
prácticas agronómicas, es una alternativa factible o necesaria que contribuya a
solucionar los problemas identificados” en un entorno agronómico.
Bajo este
contexto, La Cruz y Linares (2008, p. 3), plantean la necesidad de “…determinar
los límites precisos del área sujeta a la caracterización, sea una región, una
finca o un sistema de producción”. De allí que las caracterizaciones se
realicen en cualquier contexto, mediante la descripción y el análisis de los
componentes o partes de los sistemas, procesos o entornos productivos de una o
más Unidades de Producción. Enfatizando que las citadas limitaciones deben
responder tanto al propósito como al nivel de detalle requerido por los
involucrados en la caracterización.
Bajo esta
óptica, se plantea que la caracterización de una finca se deben utilizar
atributos, cualidades o descriptores de las labores agronómicas, técnicas y
tecnologías empleadas en los procesos productivos de una Unidad de Producción,
las cuales se describen a continuación: